Me llamo Amir, tengo 8 años y soy el más chico de la familia. Nosotros habitábamos en Damasco (Siria), hasta que estalló la guerra y tuvimos que huir. En este caso huimos a Grecia. El viaje fue muy duro, frío y con muchos impedimentos para conseguir llegar hasta él. Cuando conseguimos llegar nos acógió la ONG que por cierto fue la que nos ayudó a realizar el viaje hasta aquí. Nos sentíamos orgullosos al estar aquí pero todo cambió: mi madre tuvo que irse a otra ciudad para trabajar, mi padre estaba muy ocupado con las tareas de la casa que nos habían asignado... Habíamos conseguido sobrevivir a este viaje pero lo que se avecinaba era duro también.
En el colegio los demás niños nos dejaban de lado a mi hermano y a mi, nosotros estudiábamos y sacábamos muy buenas notas para poder tener un futuro próspero y no tener que estar en circunstancias anteriores.
Meses después volvió mi madre y trajo dinero que había recaudado durante su duro trabajo fuera de aquí. Tras el infierno que pasamos todos los miembros de la familia nos esperaban buenos acontecimientos: fuimos a comprarnos ropa básica para poder resguardarnos del invierno, compramos comida y alimentos para poder sobrevivir....
DIÁLOGO:
Amir: Mamá, después del infierno que hemos pasado estos años atrás y que hemos soprtado como campeones, ahora nos vendrán cosas buenas, ¿verdad?-.
Madre: Claro que sí, aunque tenemos que estar preparados para cualquier cosa-.
Amir: Doy gracias por haber logrado esta vida que es mucho mejor que la que teníamos antes-.
Madre: Sí, demos gracias.
Magnifico trabajo, Pilar.
ResponderEliminarRevisa la ortografía del diálogo:
Mayúscula inicial.
Suprime el guión al final.